Podando tu Alma

En hebreo, la raíz de los verbos ZMR – זָמַר podar y זַמָּר cantar tienen las misma raíz.
Al cantar, se eliminan (o podan) las ramas y hojas secas de un árbol.

Sólo recortando el follaje innecesario puede un árbol sobrevivir y prosperar, concentrando su energía y recursos nutritivos para tener ramas hojas, flores y frutos sanos.
El dulce canto del Rey David podó las ramas enfermas y muertas de las almas abatidas, permitiéndoles crecer sanas y seguir floreciendo y prosperando.
De este modo, a través de nuestras propias voces, podemos podar nuestras vidas, eliminar las partes muertas de nuestras almas y concentrar nuestros recursos vitales nutritivos en los aspectos dignos de nuestras vidas que están deseosos de recibirlos.
Luego podemos procesarlos en notas (sonidos) fuertes y saludables.
De este modo, podemos emular al Rey David y empezar a transformar toda nuestra vida en una canción sagrada.
«Cada momento tiene su canción, sus palabras. Depende de cada uno de nosotros sintonizar con este mensaje espontáneo». (Cartas de Tehillim, Avraham Moskowitz)

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